Las 5 excusas más populares para no hacer VT-IC
La tarea de los responsables de Innovación en los centros no es fácil. Movilizar al personal para dedicar tiempo a un ámbito como el de la Innovación, que no se entiende como algo im, imprescindible, requiere de mucha paciencia y altas dotes de persuasión. A pesar de las diferencias evidentes entre centros, en los mismos hay personas, y las personas no somos tan diferentes... al menos a la hora de poner excusas para no entrar en las dinámicas de VT-IC. Vamos a analizar 5 de las excusas que más suelen aparecer en las reuniones entre centros.
1. Ya tengo bastante con el día a día y organizar las clases (..esto de ETHAZI es una locura). Como es lógico, un cambio metodológico de esta magnitud, tiene que traer consigo un profundo proceso de reflexión al que hay que dedicarle tiempo. Una vez superado ese primer momento, y ya teniendo clara la secuencia propuesta desde ETHAZI y el objetivo de las distintas fases, vamos entrando en contacto con las Competencias Digitales y ahí nos encontramos con la búsqueda, el filtrado y la reutilización de la información. ¿Cómo se van a trabajar estos puntos si no es desde la perspectiva de la VT-IC? ¿Y cómo vamos a poner en marcha un sistema de Vigilancia con el alumnado si nunca nos hemos animado a entrar en las dinámicas propuestas desde la gestión de innovación del centro? Si somos coherentes con el "aprender haciendo" que se proclama desde la FP, la secuencia está clara. 2. Hay que utilizar demasiadas herramientas y además no me gustan las redes sociales. Es cierto que en los centros se suele utilizar algún tipo de red social para compartir información procedente de la Vigilancia realizada. Pero aquí, la palabra clave es "COMPARTIR", ya que la red social utilizada se suele configurar para que el acceso sea privado, de manera que ningún miembro participante se vea expuesto en un foro público. Por lo tanto, lo que se pretende no es animar al personal a utilizar redes sociales. Estamos hablando de poner en común informaciones procesadas para beneficio del resto del profesorado y de la organización. ¿No es eso interesante? En cuanto al número de herramientas a utilizar, que estén disponibles no quiere decir que haya que utilizarlas todas. Esto va más de entender las necesidades que de utilizar herramientas.
¿Es necesario saber cómo evoluciona el entorno para ofrecer lo más actual al alumnado?
¿Es necesario saber qué oportunidades surgen alrededor para poder aprovecharlas?
¿Es necesario agilizar la captación de información para que no nos consuma demasiado tiempo?
Y ya de paso, ¿es necesario tener un manejo mínimo de herramientas TIC en el siglo XXI?
La cuestión, por lo tanto, es romper con la resistencia que nos lleva al inmovilismo y comenzar a avanzar poco a poco. Nadie habla de utilizar todo lo que hay disponible para configurar un "cojosistema" de Vigilancia Personal. Hablamos de posibilidades y de entender la diferencia entre hacer algo y y no hacer nada, cosa que no debería ser una opción. 3. Ya tengo bastante con todos los mails que recibo. Perdemos mucho tiempo en cuestiones relacionadas con gestión, que nada aportan a las clases. Y llegamos al correo electrónico que, con sus más de 40 años, se ha ganado el derecho a que dejemos de incluirlo en la lista de las llamadas "nuevas tecnologías". Es curioso que a pesar de ser un viejo conocido, seguimos teniendo problemas para gestionarlo. Quizás sea porque no nos hemos molestado en aprender a realizar cuestiones básicas como crear carpetas, etiquetar, filtrar, redirigir, organizar grupos de contactos... La cosa es que nunca tenemos tiempo para eso, y nos volvemos a liar con la gestión ineficiente. La consecuencia directa de nuestros hábitos es que seguimos cometiendo los mismos errores con las nuevas herramientas. Así, permitimos las interferencias del smartphone cuando nos entrega, en cualquier momento, notificaciones de Whatsapp o de cualquier otra aplicación. Esto no es manera de trabajar. En el fondo de la cuestión está la forma en que gestionamos el tiempo y la forma en que nos comunicamos dentro de la organización. En definitiva, tenemos sobre la mesa la gestión de tiempo y la comunicación para el trabajo en equipo. ¿No son estos aspectos que pretendemos que gestionen las alumnas y alumnos cuando les pedimos que trabajen en grupo? ¿No podríamos mejorar nuestra eficiencia ajustando nuestros hábitos? 4. Ya hago vigilancia en mis ratos libres. ¡Estupendo! Entonces no te costará nada seleccionar alguna información interesante para compartir con tus compañeros y compañeras. También puede ocurrir, que puestos a querer compartir te des cuenta de que no te resulta tan fácil encontrar contenidos de valor. En ese caso igual hay que mejorar la sistemática de vigilancia. En cualquier caso, siempre conviene estar atentos para mejorar las técnicas y procedimientos utilizados. 5. El proyecto es intercentros y el responsable de gestión no lo ha planteado. Aquí podríamos hablar del concepto de "equipo de proyecto" y del concepto de "responsable". Se supone que en un equipo cada miembro puede poner sobre la mesa su opinión y debe aportar conocimiento y "músculo" para que las tareas avancen y se desarrollen según lo previsto. El responsable tiene que tener la habilidad de conseguir que las cosas ocurran, pero no es su responsabilidad ejecutar todas las acciones. En resumen, si al responsable de gestión no se le ha ocurrido planificar lo relativo a la vigilancia asociada al proyecto, puede ser otro miembro del equipo quien lo proponga. Lo que a todas luces parece lógico es establecer una dinámica de vigilancia que tome como eje el tema central del proyecto o alguna necesidad directa derivada del mismo. Seguro que muchos de los responsables de Innovación habéis tenido que hacer frente a estas y otras excusas por parte de compañeros y compañeras no demasiado motivados. Como véis, aquí nos interesan tanto las excusas como los argumentos para neutralizarlas. Si quieres puedes compartir otros ejemplos a continuación.